No digo nada nuevo si afirmo categóricamente que Cincuenta sombras de Grey es una novela mala. Quizás puedo aportar algo diciendo por qué, en mi opinión, lo es. Y luego, para no aburrir al público, puedo dar un ejemplo de una novela erótica buena (los lectores avezados ya sospecharán que se trata de la novela de Almudena Grandes, obviamente).
Leí Cincuenta sombras... hace un par de años, medio para darle una mano a mi pareja, también editor, medio por curiosidad. Me pasó lo mismo que cuando empecé a leer Harry Potter (lluvia de abucheos asegurada): mucho lugar común, estilo pobretón, nada atrapante más allá del argumento en sí mismo. Lo que importa es lo que pasa, no cómo se cuenta. En principio, para ser una novela de porno soft, no pasa nada quenchi hasta la página 80. Es decir, hay que tragarse 80 páginas antes de que se libere una teta. Si uno aguantó hasta esa altura es porque el muchacho promete... el problema es que después cumple más o menos. La ata, sí, le pega unos chirlos. Y ya. El punto fuerte de la novela es si la chica logra enamorar al chico, si logra convertirlo en alguien emocionalmente accesible. En ese punto yace, para mí, gustosa lectora de novelas eróticas, la gran desilusión de la novela: yo esperaba sexo de veras y encontré una novela rosa más, un poquito subida de tono, magenta, ponele, pero no mucho más.
Esta novela ganó el IX premio de La sonrisa vertical, colección de literatura erótica de la editorial Tusquets. |
Para muestra, los primeros párrafos:
“Supongo que puede parecer extraño pero
aquella imagen, aquella inocente imagen, resultó al cabo el factor más
esclarecedor, el impacto más violento.
Ellos, sus hermosos rostros, flanqueaban
a derecha e izquierda al primer actor, que entonces no pude identificar, tal
era la confusión en la que aquella radiante amalgama de cuerpos me había sumido
previamente. La carne perfecta, reluciente, parecía hundirse satisfecha en sí
misma sin trauma alguno, sujeto y objeto de un placer completo, redondo,
autónomo, tan distinto del que sugieren esos años mezquinos, fruncidos,
permanentemente contraídos en una mueca dolorosa e irreparable.
Tristes, pensé entonces.
Ellos se miraban, sonrientes, y miraban
la abierta grupa que se les ofrecía. En los bordes, la piel era tensa y rosa,
tierna, luminosa y limpia. Antes, alguien había afeitado cuidadosamente toda la
superficie
Aquella era la primera vez en mi vida que
veía un espectáculo semejante. Un hombre, un hombre grande y musculoso, un
hombre hermoso, hincado a cuatro patas sobre una mesa, el culo erguido, los
muslos separados, esperando. Indefenso, encogido como un perro abandonado, un
animalillo suplicante, tembloroso, dispuesto a agradar a cualquier precio. Un
perro hundido, que escondía el rostro, no una mujer.”
Captura de la película de Bigas Luna. Por si no reconocieron su perfil griego, el de la derecha es Javier Bardem. ¿A qué hora abre el video club? |
Entonces, si les interesa leer literatura erótica de la buena, con escenas hot pero también con trama, con estilo, en fin, literatura , les recomiendo fervientemente esta novela. Cincuenta sombras... dejémosla para el cine (o el DVD, que es más barato), que Jamie Dornan está buenísimo y es un festival pal´ojo.
Aquí Jamie practica la refalosa con Eva Mendes. Aflojá con el abdominizer, Jamie. |
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